domingo, 7 de septiembre de 2014

La incansable quietud de mi alma

septiembre 6, 2014

    La incansable quietud de mi alma me pide la calma, me habla de la aceptación, y lo hace desde un lugar vacío y permanente donde no penetran los ruidos ni las locuras humanas.

    Cuando logro entrar a ese lugar inundado de silencio, lleno de vacío, veo con claridad que lo que parece real es ilusión, que nada me puede afectar ni tocar porque yo siempre seré el eterno ser que nace y renace para experimentar la manifestación de la creación.

    Todo es un juego, y si logramos verlo de esa manera, viviremos intensamente, no nos perderemos nada, gozaremos y aceptaremos todo, agradeceremos los desafíos, les daremos la bienvenida ya que son los que nos ayudan a crecer y a elevar nuestro espíritu.

    Gracias Dios por mostrarnos el camino, está en nosotros poder verlo.

Reinventándome

septiembre 6, 2014

    Me estoy reinventando a mí misma, aunque siempre sea la misma. Estoy intentando ser otra, aunque mi esencia permanezca igual. Pero, pensándolo bien, lo que en realidad me está sucediendo es que estoy sacando a la luz quien verdaderamente soy, está emergiendo el eterno ser que hay en mí, al que recién ahora logro ver y sentir, aceptar tal cual es, perdonar y agradecer a Dios su presencia con infinita felicidad.

    Continuarán las alegrías, las tristezas, las risas, los llantos. Los incesantes ruidos de la mente aún están. Pero ahora sé que detrás de ello y observándolo todo, hay una presencia divina en mí, eterna y sublime que todo lo sabe y todo lo ve. Es la que no juzga, la que acepta, perdona y agradece, la que goza de la vida, la que sabe que todo pasa y que todo está siempre bien, que todo es perfecto así como es. Sabe que los pensamientos son poderosos y que atraen y rechazan a voluntad, y que dominando y aquietando la mente nos llegará la paz, esa paz única y eterna que es la que nos une a Dios.

Todos los cuentos, todas las vidas

septiembre 4, 2014 7:15 am

    Todos los cuentos ya fueron escritos, todos los cuentos ya fueron contados. Todas las vidas ya fueron creadas, todas las vidas ya fueron vividas. Elijamos la que nos gusta y vivámosla a nuestra manera. Podemos seguir con la que tenemos o cambiarla por otra mejor, más libre, más audaz, más sincera, más profunda, más honesta, más sana, más liberadora, más comprometida con La Vida.

    Podemos elegir seguir a nuestro corazón y vivir a su ritmo en lugar de seguir al rebaño, a la manada, sin herir ni herirnos, sin imponer ni que nos impongan ni sometan.

    Contáte el cuento de tu propia vida y vivílo con pasión. Sólo así serás libre.