junio 18, 2014
Tengo un compromiso conmigo, el compromiso de crecer y volar por los aires y por la eternidad. ¿Qué otra cosa mejor hay por hacer? Y no es sólo por mí, es por vos también, porque todo lo que yo haga repercute en vos así como lo que vos hagas se refleja en mí. El compromiso es entonces conmigo, con vos y con la eternidad.
sábado, 28 de junio de 2014
miércoles, 25 de junio de 2014
Cuando el alma está herida
junio 24, 2014 6 am
Cuando el alma está herida, se la deja tranquila, no se la presiona y ella sola se recuperará. Se repondrá, buscará nuevos aires y nuevamente saldrá a volar.
Cuando el alma está herida, déjenla contemplar, déjenla en paz, que ella sabe lo que tiene que hacer. Ella sabe cómo curar su herida, se lame sola, se observa, y observa, contempla, medita, saca conclusiones de lo que le ocurrió. Modifica sus hábitos, cambia sus respuestas, busca en los instintos y en la intuición. Sale más fuerte porque aprendió a no aferrarse, a no apegarse y a seguir a su propio corazón.
Cuando el alma está herida, la Verdad hace que se sane, que tome más fuerza, que vuelva la alegría, que se cierre el desgarro, que vuelva a tener paz. Se empieza un camino y se lo hace sola y se lo hace consciente, renovada y en paz.
Ahora hay la certeza de saber quién una es, de no torcerse, de seguir el camino estrecho en el que entran sólo tus pies, y sin mirar atrás vas rodeada de luz, la luz que puso fin a la oscuridad, a las tinieblas, al no saber ver, al engaño, al autoengaño, a la anestesia para no sufrir.
Cuando el alma está herida, se la deja tranquila, no se la presiona y ella sola se recuperará. Se repondrá, buscará nuevos aires y nuevamente saldrá a volar.
Cuando el alma está herida, déjenla contemplar, déjenla en paz, que ella sabe lo que tiene que hacer. Ella sabe cómo curar su herida, se lame sola, se observa, y observa, contempla, medita, saca conclusiones de lo que le ocurrió. Modifica sus hábitos, cambia sus respuestas, busca en los instintos y en la intuición. Sale más fuerte porque aprendió a no aferrarse, a no apegarse y a seguir a su propio corazón.
Cuando el alma está herida, la Verdad hace que se sane, que tome más fuerza, que vuelva la alegría, que se cierre el desgarro, que vuelva a tener paz. Se empieza un camino y se lo hace sola y se lo hace consciente, renovada y en paz.
Ahora hay la certeza de saber quién una es, de no torcerse, de seguir el camino estrecho en el que entran sólo tus pies, y sin mirar atrás vas rodeada de luz, la luz que puso fin a la oscuridad, a las tinieblas, al no saber ver, al engaño, al autoengaño, a la anestesia para no sufrir.
viernes, 20 de junio de 2014
¿Cuál es la realidad?
junio 20, 2014
¿Cuál es la realidad? ¿La que me quieren mostrar? ¿La que yo veo? ¿Ninguna de las dos? ¿Están las dos subjetivizadas? Detrás de ellas está La Realidad. Conectándome con el todo la puedo sentir y ver. ¿Cómo la reconozco? Sintiéndome libre y en paz. ¿Cómo sé cuando estoy conectada? Cuando siento un espacio interior, cuando estoy unida a todo, cuando no me siento una persona sino parte del todo, del universo, de la creación, cuando me identifico y me fundo con los otros seres, cuando vuelo por las galaxias en una eterna danza de amor.
¿Cuál es la realidad? ¿La que me quieren mostrar? ¿La que yo veo? ¿Ninguna de las dos? ¿Están las dos subjetivizadas? Detrás de ellas está La Realidad. Conectándome con el todo la puedo sentir y ver. ¿Cómo la reconozco? Sintiéndome libre y en paz. ¿Cómo sé cuando estoy conectada? Cuando siento un espacio interior, cuando estoy unida a todo, cuando no me siento una persona sino parte del todo, del universo, de la creación, cuando me identifico y me fundo con los otros seres, cuando vuelo por las galaxias en una eterna danza de amor.
La cultura pretende reprimir a las mujeres
junio 10, 2014
La cultura pretende reprimir a las mujeres para que su potencial no se libere. Entonces, si la mujer se rebela, se la trata de loca. Y todo por conveniencia, para dominarla y sojuzgarla. Muchas veces la mujer cree que debe aplacarse y agradar, siempre agradar para cumplir con las normas impuestas. No molestar, no opinar, no mostrar su lado salvaje e intuitivo.
Y así se va reprimiendo, se va muriendo en su interior, aunque la apariencia externa sea de felicidad. En realidad se resignó. Hasta que se da cuenta, hasta que ve. Y ahí todo cambia. Es un proceso, toma su tiempo perder los miedos, volar sobre el abismo. Pero, con firme determinación y sin mirar hacia atrás, se logra y es para siempre, no hay marcha atrás. Y se toma conciencia y se ejercita la nueva actitud hasta que la persona se transforma y nunca más vuelve a ser la que era.
Rompió el molde, creó un nuevo ser, un ser consciente, íntegro, verdadero, centrado, que sabe ver, oír, y responder según la ocasión. Pierde la ingenuidad y gana en sabiduría. Ya no se deja engañar, sabe decir no, sabe plantarse, ya no le importa agradar, es tan solo ella, y observa, y ve, y escucha y presta atención y decide y planea.
Y sabe que todo es un juego, pero lo juega bien, centrada, equilibrada, no permitiendo que le mientan y la estafen, no cediendo su lugar. Midiendo, analizando, estudiando a fondo, evaluando. Entra en el camino correcto, se siente segura, sabe moverse por la vida.
Así es la mujer que aprendió a volar, que es libre y sabia.
Gracias a todos los que me ayudaron a ver, aún a los que intentaron sojuzgarme por un tiempo porque, sin ellos saberlo, fueron grandes maestros. Al no ceder, me hice fuerte.
La cultura pretende reprimir a las mujeres para que su potencial no se libere. Entonces, si la mujer se rebela, se la trata de loca. Y todo por conveniencia, para dominarla y sojuzgarla. Muchas veces la mujer cree que debe aplacarse y agradar, siempre agradar para cumplir con las normas impuestas. No molestar, no opinar, no mostrar su lado salvaje e intuitivo.
Y así se va reprimiendo, se va muriendo en su interior, aunque la apariencia externa sea de felicidad. En realidad se resignó. Hasta que se da cuenta, hasta que ve. Y ahí todo cambia. Es un proceso, toma su tiempo perder los miedos, volar sobre el abismo. Pero, con firme determinación y sin mirar hacia atrás, se logra y es para siempre, no hay marcha atrás. Y se toma conciencia y se ejercita la nueva actitud hasta que la persona se transforma y nunca más vuelve a ser la que era.
Rompió el molde, creó un nuevo ser, un ser consciente, íntegro, verdadero, centrado, que sabe ver, oír, y responder según la ocasión. Pierde la ingenuidad y gana en sabiduría. Ya no se deja engañar, sabe decir no, sabe plantarse, ya no le importa agradar, es tan solo ella, y observa, y ve, y escucha y presta atención y decide y planea.
Y sabe que todo es un juego, pero lo juega bien, centrada, equilibrada, no permitiendo que le mientan y la estafen, no cediendo su lugar. Midiendo, analizando, estudiando a fondo, evaluando. Entra en el camino correcto, se siente segura, sabe moverse por la vida.
Así es la mujer que aprendió a volar, que es libre y sabia.
Gracias a todos los que me ayudaron a ver, aún a los que intentaron sojuzgarme por un tiempo porque, sin ellos saberlo, fueron grandes maestros. Al no ceder, me hice fuerte.
El poder personal no se negocia
junio 9, 2014
El poder personal no se negocia. El poder ganado no se cede. Es individual y propio. No se permite que otro se apropie de él. Es intransferible. Le pertenece a cada persona. No se da ni se toma. Es personal. No le corresponde al otro. El poder personal es la libertad del individuo. No se canjea, no se presta. Es el límite, es la defensa y la sabiduría.
Con él sabés cómo moverte en el mundo, cómo defenderte y cómo actuar. Te pertenece, no lo transfieras, es tuyo, de nadie más. No te equivoques, no le pertenece a nadie más.
El poder personal no se negocia. El poder ganado no se cede. Es individual y propio. No se permite que otro se apropie de él. Es intransferible. Le pertenece a cada persona. No se da ni se toma. Es personal. No le corresponde al otro. El poder personal es la libertad del individuo. No se canjea, no se presta. Es el límite, es la defensa y la sabiduría.
Con él sabés cómo moverte en el mundo, cómo defenderte y cómo actuar. Te pertenece, no lo transfieras, es tuyo, de nadie más. No te equivoques, no le pertenece a nadie más.
Todo cambia
junio 5, 2014
Todo cambia, y es por eso que no debemos apegarnos ni aferrarnos a nada ni a nadie por pensar que así no sufriremos. Parte del sufrimiento humano radica en la creencia en el ''para siempre''. Nada es para siempre. Debemos gozar de todo mientras dure, hacer todo con pasión mientras podamos. Y aceptar el cambio para soltar, para dejar ir lo que ya no vibra con nuestro ser.
Todo cambia, y es por eso que no debemos apegarnos ni aferrarnos a nada ni a nadie por pensar que así no sufriremos. Parte del sufrimiento humano radica en la creencia en el ''para siempre''. Nada es para siempre. Debemos gozar de todo mientras dure, hacer todo con pasión mientras podamos. Y aceptar el cambio para soltar, para dejar ir lo que ya no vibra con nuestro ser.
Los ciclos de la vida
junio 4, 2014
La vida es como los ciclos, empieza uno hasta que se acaba y comienza otro, y así eternamente. Y es en esa transición en que se produce la comprensión, en que sucede la transformación, la metamorfosis, para poder empezar el siguiente ciclo con un nuevo aprendizaje.
Tampoco es que los ciclos estén tan delimitados. Generalmente hay ciclos dentro de los mismos ciclos. Son ondas, son olas en las que hay que saber cómo pararse para no caerse, en las que hay que dejar que todo fluya y amacarse con el oleaje para no resistir, para doblarse sin quebrarse, ese es el aprendizaje.
Y al no crear un drama en estas transiciones, le permitimos a la vida que nos guíe, que nos enseñe. Y de esta manera, estamos preparados para lo que vendrá, sin ansiedad, sin angustia, sin expectativas, sin apresuramiento.
La vida es sabia y nos brinda siempre lo mejor para cada ocasión. Aunque nos parezca estar en medio de un huracán, la realidad es que las situaciones que se nos presentan son justo lo que necesitamos en el preciso momento en que aparecen, son perfectas, la vida lo quiso así. Al aceptarlas como lo que realmente son, se produce el verdadero aprendizaje porque sabremos ver, sabremos asimilar lo que la vida nos quiso mostrar.
De nada sirve resistir y crear dramas, violentarse o apesadumbrarse, ya que de esa manera le daremos poder a la situación que rechazamos, la que volverá a aparecer en forma similar hasta que aprendamos a aceptar sin resistir, a renunciar para dejar fluir. Recién ahí tendremos paz, esa paz interior que nada ni nadie puede quebrar. Con nuestros mejores pensamientos atraeremos hacia nosotros las mejores experiencias.
Lo mejor está siempre a nuestro alcance, sólo hay que saber pedirlo y se manifestará. Aparecerá sólo cuando seamos pacientes, compasivos y agradecidos. Pedir siempre en el amor, con respeto por todo lo que nos rodea, pensando en el bien propio y el ajeno.
La vida es como los ciclos, empieza uno hasta que se acaba y comienza otro, y así eternamente. Y es en esa transición en que se produce la comprensión, en que sucede la transformación, la metamorfosis, para poder empezar el siguiente ciclo con un nuevo aprendizaje.
Tampoco es que los ciclos estén tan delimitados. Generalmente hay ciclos dentro de los mismos ciclos. Son ondas, son olas en las que hay que saber cómo pararse para no caerse, en las que hay que dejar que todo fluya y amacarse con el oleaje para no resistir, para doblarse sin quebrarse, ese es el aprendizaje.
Y al no crear un drama en estas transiciones, le permitimos a la vida que nos guíe, que nos enseñe. Y de esta manera, estamos preparados para lo que vendrá, sin ansiedad, sin angustia, sin expectativas, sin apresuramiento.
La vida es sabia y nos brinda siempre lo mejor para cada ocasión. Aunque nos parezca estar en medio de un huracán, la realidad es que las situaciones que se nos presentan son justo lo que necesitamos en el preciso momento en que aparecen, son perfectas, la vida lo quiso así. Al aceptarlas como lo que realmente son, se produce el verdadero aprendizaje porque sabremos ver, sabremos asimilar lo que la vida nos quiso mostrar.
De nada sirve resistir y crear dramas, violentarse o apesadumbrarse, ya que de esa manera le daremos poder a la situación que rechazamos, la que volverá a aparecer en forma similar hasta que aprendamos a aceptar sin resistir, a renunciar para dejar fluir. Recién ahí tendremos paz, esa paz interior que nada ni nadie puede quebrar. Con nuestros mejores pensamientos atraeremos hacia nosotros las mejores experiencias.
Lo mejor está siempre a nuestro alcance, sólo hay que saber pedirlo y se manifestará. Aparecerá sólo cuando seamos pacientes, compasivos y agradecidos. Pedir siempre en el amor, con respeto por todo lo que nos rodea, pensando en el bien propio y el ajeno.
martes, 17 de junio de 2014
Estoy disfrutando de mi libertad
junio 3, 2014
Estoy disfrutando de mi libertad. Estoy disfrutando al observarme. Estoy aprendiendo a vivir. ¡Qué simple es la vida cuando la vemos con los verdaderos ojos! ¡Que agradables pasan los días cuando le damos a todo su verdadera dimensión! Qué bien me siento al haber tomado la decisión de alejarme de quien me quiere limitar, la de decir no a lo que no vibra con mi energía, a lo que no se identifica conmigo. Qué paz, qué alegría aun en medio de las turbulencias y los acuerdos. Ya estoy viviendo con alegría lo que vendrá, ya vivo en los mundos venideros, ya sé qué vivencias disfrutaré.
Vivo el presente en paz, disfruto cada momento. Sé que saldré de esta situación más fuerte y más segura que antes porque ya me siento segura y firme. Estoy tomando las riendas de mi vida mientras dejo a la vida fluir. Veo cómo pasan los días en paz, aun en medio de mis diarias labores.
Observo todo, aun a mí misma. No me veo como el centro sino como parte del cosmos. Y es por eso que no me tomo nada en forma personal. Veo como se desarrollan los acontecimientos sin juzgar ninguno. Los vivo pero no los juzgo. Dejo fluir y acepto, pero me aparto de lo que no vibra como yo. Y al no juzgar, no se me pega, no me afecta porque no le doy poder, porque no se apodera de mis pensamientos.
Mantengo mis pensamientos libres de toxinas, no participo de conversaciones en las que se critica, se juzga, se insulta, se reprende, se agrede, no se comprende ni se acepta, ni se siente compasión, ni se ama. Viendo todo, me quedo con lo mejor y descarto lo demás, no le doy importancia, ni valor, ni poder. Y, de esa manera mantengo mi energía alta y puedo vibrar en el amor.
Amo todo, me río con todo y de todo. No valen la pena los dramas, las historias y los cuentos. De nada sirven las rabietas y los insultos. Todo es como es, todo es perfecto. Y, aun aceptando, me aparto de las vibraciones bajas, me alejo para unirme y conectarme al creador, a la fuente, a la divinidad, al ser superior. El nombre no importa, el hombre etiqueta para encerrar, para delimitar. El absoluto no tiene nombre, tan solo es.
Y yo, que me siento unida a Él, en ocasiones también tan solo soy. Y es en esos momentos cuando estoy en paz. Y esos momentos son cada vez más porque cada vez que mi mente divaga la traigo al presente y vivo el instante, y observo, y lato, y vibro. Y no me pierdo nada. Y río, y bailo, y canto, y lloro, siempre observando mis emociones y sentimientos. Y dejo fluir.
Y veo que todo pasa, la risa y el llanto, y les doy su verdadero valor. Y es en esos momentos que tan solo soy, que me dejo llevar por la brisa y el viento. Los sonidos me transportan a parajes donde nunca estuve y los cuales ya vi una y mil veces. Y veo colores brillantes y oigo risas y voces y me dejo transportar por la eternidad del momento. Y en este preciso instante estoy acá y en todos lados, veo todo y soy todo, y no puedo dejar de amarlo todo porque yo fui eso y llevo en mi sangre su esencia.
Vengo de la nada y soy el todo para retornar a la nada y volver a comenzar. La eterna rueda, el implacable espiral que hace y deshace para volver a empezar. Gracias maestros por estar siempre acá, por acompañarme y guiarme, por andar mis pasos para que no me equivoque, para que no me tuerza. Qué fuerza me da el saber que siempre van conmigo a donde yo voy. Los siento, sé que están ahí. ¡Gracias!
Estoy disfrutando de mi libertad. Estoy disfrutando al observarme. Estoy aprendiendo a vivir. ¡Qué simple es la vida cuando la vemos con los verdaderos ojos! ¡Que agradables pasan los días cuando le damos a todo su verdadera dimensión! Qué bien me siento al haber tomado la decisión de alejarme de quien me quiere limitar, la de decir no a lo que no vibra con mi energía, a lo que no se identifica conmigo. Qué paz, qué alegría aun en medio de las turbulencias y los acuerdos. Ya estoy viviendo con alegría lo que vendrá, ya vivo en los mundos venideros, ya sé qué vivencias disfrutaré.
Vivo el presente en paz, disfruto cada momento. Sé que saldré de esta situación más fuerte y más segura que antes porque ya me siento segura y firme. Estoy tomando las riendas de mi vida mientras dejo a la vida fluir. Veo cómo pasan los días en paz, aun en medio de mis diarias labores.
Observo todo, aun a mí misma. No me veo como el centro sino como parte del cosmos. Y es por eso que no me tomo nada en forma personal. Veo como se desarrollan los acontecimientos sin juzgar ninguno. Los vivo pero no los juzgo. Dejo fluir y acepto, pero me aparto de lo que no vibra como yo. Y al no juzgar, no se me pega, no me afecta porque no le doy poder, porque no se apodera de mis pensamientos.
Mantengo mis pensamientos libres de toxinas, no participo de conversaciones en las que se critica, se juzga, se insulta, se reprende, se agrede, no se comprende ni se acepta, ni se siente compasión, ni se ama. Viendo todo, me quedo con lo mejor y descarto lo demás, no le doy importancia, ni valor, ni poder. Y, de esa manera mantengo mi energía alta y puedo vibrar en el amor.
Amo todo, me río con todo y de todo. No valen la pena los dramas, las historias y los cuentos. De nada sirven las rabietas y los insultos. Todo es como es, todo es perfecto. Y, aun aceptando, me aparto de las vibraciones bajas, me alejo para unirme y conectarme al creador, a la fuente, a la divinidad, al ser superior. El nombre no importa, el hombre etiqueta para encerrar, para delimitar. El absoluto no tiene nombre, tan solo es.
Y yo, que me siento unida a Él, en ocasiones también tan solo soy. Y es en esos momentos cuando estoy en paz. Y esos momentos son cada vez más porque cada vez que mi mente divaga la traigo al presente y vivo el instante, y observo, y lato, y vibro. Y no me pierdo nada. Y río, y bailo, y canto, y lloro, siempre observando mis emociones y sentimientos. Y dejo fluir.
Y veo que todo pasa, la risa y el llanto, y les doy su verdadero valor. Y es en esos momentos que tan solo soy, que me dejo llevar por la brisa y el viento. Los sonidos me transportan a parajes donde nunca estuve y los cuales ya vi una y mil veces. Y veo colores brillantes y oigo risas y voces y me dejo transportar por la eternidad del momento. Y en este preciso instante estoy acá y en todos lados, veo todo y soy todo, y no puedo dejar de amarlo todo porque yo fui eso y llevo en mi sangre su esencia.
Vengo de la nada y soy el todo para retornar a la nada y volver a comenzar. La eterna rueda, el implacable espiral que hace y deshace para volver a empezar. Gracias maestros por estar siempre acá, por acompañarme y guiarme, por andar mis pasos para que no me equivoque, para que no me tuerza. Qué fuerza me da el saber que siempre van conmigo a donde yo voy. Los siento, sé que están ahí. ¡Gracias!
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